LOS ANCIANOS
Oliverio Ascascius.
Los ancianos
son unos viejecitos de madera
que no tienen nombre ni principio.
Nacieron del último suspiro de la vida.
Llegaron solitarios y misteriosos,
perplejos, a un mundo
al que ya no pudieron adaptarse.
La muerte los espera
y la ven de reojo,
como con miedo,
porque en el fondo le temen.
Ya no tienen tiempo para vivir y huyen,
se pasan las horas huyendo
en las neblinas de su corazón.
Son como extraterrestres
que juegan con los niños.
Que hablan con ellos
en un idioma que no conocemos,
pero comprensible a sus oídos.
Deambulan por inercia
buscando algo al azar
que sólo unos cuantos encuentran.
Poco a poco se les va el aliento
y la sonrisa.
Se les va el ánimo y todo.
Pero esos seres extraños,
que aparecieron de repente,
son únicos y simbólicos;
anuncian
lo inevitable. |